CIELO NUEVO Y TIERRA NUEVA
Francesc Ramis
Como narra el Génesis, Dios creó el cosmos y confió al hombre la responsabilidad de conducirlo por la buena senda; así la “casa común del hombre y los vivientes” podría ser la comunidad “muy buena” deseada por Dios. No obstante, el ser humano, abrazado a la idolatría, convirtió el proyecto de Dios en un yermo de “vacío y caos” (Jr 4,23).
Cuando la primitiva Iglesia palpó la persecución, sintió la lejanía del triunfo del plan divino (Ap 3,1422; 9,13-21). Juan, testigo del Señor, quiso devolverle la esperanza; dijo a la asamblea: “Vi un cielo nuevo y una tierra nueva. Habían desaparecido el antiguo cielo y la antigua tierra” (Ap 21,1).