ADAN Y EVA
Joan Bauza
Vosotros, la pareja fundacional, la dualidad primaria, el doble primordial, la relación originaria, el amor mutuo que todo lo fundamenta y corona. De ello está llena la vida, la Biblia y la historia de la Iglesia. Hay parejas en abundancia, pero vosotros, padres de todos los vivientes, sois la fundamental.
Del Antiguo Testamento, evocamos las parejas de Abraham y Sara, de Jacob y Raquel, y evocamos del Nuevo, las de Isabel y Zacarías, de Priscila y Áquila. Pareja fundacional, la vuestra de varón y mujer, pero no única. ¿No sabemos la complementariedad en la que vivieron las hermanas María y Marta? ¿No nos maravilla la relación amistosa que mantuvieron dos hombres, David y Jonathan? ¿No muestra la Catedral, al fondo de la nave central, la pareja apostólica de Pedro y Pablo? ¿No integra el patrimonio de la Catedral las figuras de Cabrit i Bassa?
El amor siempre se derrama y se desdobla. El único Dios es Verbo y es Carne. Y el único mandamiento principal es amor a Dios y amor al hombre.
Madre Eva y padre Adán, vosotros dos que bien supisteis que no es bueno que el humano esté solo, no dejéis que ninguno de vuestros hijos sea excluido del don de la relación.