La exposición sobre los planos que diseñó el arquitecto madrileño Juan Bautista Peyronnet para la restauración de la Catedral de Mallorca ya está abierta al público en el claustro de la Seu. La muestra temporal ha sido organizada por la Cátedra Seu de Mallorca de la Universitat de les Illes Balears.
Con el título ‘Los inicios de la restauración monumental en España: los planos de J. B. Peyronnet para la Catedral de Mallorca (1854)’, la exposición muestra los diez diseños que el arquitecto Peyronnet presentó al Ministerio de Gracia y Justicia para intervenir en la Seu.
La muestra fue inaugurada por el Deán-Presidente de la Catedral, Mn. Antoni Vera, y por el director de la Cátedra Seu de Mallorca y profesor de Historia del Arte de la UIB, Andreu Villalonga, que ha sido el comisario de la misma.
Ocho de estos planos han sido publicados en varias ocasiones e, incluso, fueron restaurados por el Instituto de Conservación y Restauración de Bienes Culturales del Ministerio de Cultura entre 1987 y 1991. A raíz de esta intervención, fueron exhibidos en una exposición organizada por la Catedral y el Colegio Oficial de Arquitectos de las Islas Baleares (1991), que se complementó con un ciclo de conferencias en el Centro Cultural Sa Nostra.
Desgraciadamente, los dos diseños restantes, que representaban la sección interior de la Catedral reformada y el alzado del campanario, se habían extraviado y, por lo tanto, no habían podido ser estudiados, no pudieron restaurarse ni formar parte de la exposición. Básicamente, la opinión era que se habían perdido irremediablemente.
No obstante, los dos planos fueron localizados en fechas relativamente recientes por el Archivo Capitular de Mallorca y se han podido catalogar. En la actualidad, están pendientes de restauración.
Aprovechando la ocasión del desarrollo del proyecto de investigación ‘Estudio diagnóstico comparado para la conservación del patrimonio artístico religioso en las islas de Mallorca y Menorca’ financiado por el Ministerio de Ciencia e innovación y ejecutado por investigadores del Grupo de Conservación del Patrimonio Artístico Religioso de la UIB, la Cátedra Seu de Mallorca ha organizado esta exposición de los diez planos trazados por Peyronnet, siendo la primera vez que el conjunto completo es exhibido desde que fueron presentados a la Exposición Universal de París en 1855.
Siguiendo las recomendaciones del informe de restauración emitido por el Instituto de Conservación y Restauración de Bienes Culturales, los dibujos han sido digitalizados, exponiéndose fotografías en alta resolución para no afectar a la conservación de unos bienes patrimoniales frágiles.
La Cátedra Seu de Mallorca ha financiado la restauración virtual de los dos planos recuperados por el Archivo Capitular de la Catedral y que han sido intervenidos por el conservador-restaurador de bienes culturales Joan Gual Amengual.
Sobre el trasfondo histórico y los antecedentes del proyecto, la Catedral de Mallorca había ido arrastrando graves problemas estructurales desde finales de época medieval, cuando todavía se encontraba en medio construir. A lo largo del tiempo, la mayor parte de las bóvedas de las naves tuvieron que ser reparadas, algunas, incluso, se derrumbaron y tuvieron que reconstruirse íntegramente. Además, la fachada principal, erigida a partir de 1503, no disponía de entidad suficiente para contrarrestar el empuje de los arcos formeros de la nave central, provocando un desplome progresivo del frontis que, a mediados del siglo XIX, llegó a los 130 cm.
La situación estructural de la Seu estaba al límite, y todavía empeoró la madrugada del 15 de mayo de 1851, cuando se produjo un grave terremoto, el de mayor intensidad registrado nunca en la isla, que derrocó parte de una de las torres extremas de la fachada.
El Cabildo de canónigos de la Catedral decidió que era imprescindible actuar y encargó al arquitecto Antoni Sureda el desmontaje parcial de la fachada. Sin embargo, esta iniciativa estaría rodeada de polémica a causa de la normativa entonces vigente. Finalmente, la Comisión Central de Monumentos encargó la tarea a Peyronnet que, entonces, ejercía de profesor de estereotomía en la escuela de arquitectura de Madrid.
La construcción de la nueva fachada era la tarea más urgente de la reforma y suponía una operación tan compleja que se alargó hasta el 1888. Peyronnet, que murió en 1875, no la pudo ver acabada. A pesar de que su diseño fue duramente criticado dentro del contexto local, se ha imputar a la pericia técnica del arquitecto madrileño haber conseguido revertir los problemas estructurales de la fábrica.
La segunda fase de la intervención, la reforma interior del templo, no se llegó a ejecutar tal y como la había propuesto Peyronnet, pero no se perdió del todo, puesto que sirvió de hoja de ruta al proceso de restauración litúrgica y reforma interior emprendida a principios del siglo XX por el Obispo Pere Joan Campins y el arquitecto Antoni Gaudí.