Más de 1.500 personas han llenado la Seu para participar en la Eucaristía, presidida por el obispo de Mallorca, Mons. Sebastià Taltavull, y concelebrada por el deán de la Catedral, Mn. Antoni Vera, los canónigos del Cabildo, y 28 presbíteros de la Diócesis.
Al acto han asistido la presidenta del Govern de les Illes Balears, Margalida Prohens, y varias autoridades municipales. En su homilía, el Obispo ha destacado el sentido profundo de la Eucaristía como sacramento de la caridad y ha hecho un llamamiento a vivir la solidaridad y el servicio, especialmente a través de la tarea de Cáritas, ante realidades como la crisis humanitaria, las guerras y la exclusión social.
Al acabar la misa, ha tenido lugar la tradicional procesión por las calles del centro histórico de Palma. Encabezada por los Cossiers, los Cavallets, la cruz procesional de la Catedral, la Lledània, y las cofradías de Palma, han participado también los niños y niñas que este año han hecho la Primera Comunión, la Escolania dels Vermells de la Seu y el clero.
La música ha acompañado asimismo el recorrido, con los Tamborers de la sala, el Joch de Ministrils del Consell, y las bandas de música municipal de Palma y de la Almudaina. Se ha podido escuchar también el toque de campana de Aloi, la más grande de la Catedral, que se toca en la solemnidad del Corpus.
La custodia con el Santísimo Sacramento ha sido recibida con cantos y gran devoción a lo largo del recorrido.
En la plaza de Cort y Palau Reial Real, había una alfombra de murta y pétalos de rosa para recibir la procesión. Los pétalos han sido lanzados por los fieles en señal de devoción en varios puntos del recorrido. Al volver a la Catedral, la Capella de la Seu, con Tomeu Mut al órgano, han cantado Te Deum y se ha impartido la bendición final.